sábado, 28 de enero de 2012
Nacimiento y despertar de la copla
Dibujo: Guitarrero. De la artista tucumana Viviana Rivadeo Monteros
La copla nació dormida
una mañana de enero
y la arrullaron cantando
calandrias y benteveos
Perfumada de naranjos
la copla recién nacida
soñó con una guitarra
que la llevaban vestida
Toda una niña graciosa
se soñaba y se sentía
mensajera de los hombres
hija de amor e injusticia.
Lamento flaco del pobre
corazón que se reclina
sobre el pecho de las madres
que no completan su vida
La copla sintió que andaba
entre las nubes ariscas
un soplo de amor en llamas
alma de campo y de brisa.
Y en las ciudades violentas
se soñó por las esquinas
corriendo niña tan libre
que lloró, lloró dormida.
Y fue tan grande su sueño
que recibió la caricia
de los dioses que la cuidan
florcita frágil, magnífica.
Los cantores la esperaban
con sus canciones vacías
templando los corazones
madera y cuerdas afinan.
Y se llenaron las voces
cuando la copla dormida
acabó su breve sueño
de ser canción y poesía.
En las gargantas del pueblo
navegó tan cristalina
como una gota de lluvia
descendió por las orillas
La copla está bien despierta
y ve la cuestión distinta
sabe cantar al pasado
y al tiempo que se avecina
Tendrá sólido argumento
donde la historia mezquina
la justicia y la verdad
y el tiempo es sólo cenizas..
El cantor que esté despierto
como la copla que diga
sus verdades como muros
con su voz recién nacida.
domingo, 22 de enero de 2012
Palabras
La palabra colibrí
alberga una idea de suspiro
contiene
aire moviéndose en el aire
la luz de un vilano derivando en la tarde.
La palabra mundo
retumba al romper
se cae del equilibrio, tajea memorias de hambre
y estalla, salpica, hunde…
Habría que hallar una poesía
breve, simple, clara,
donde mundo se diga colibrí.
Fotografía: Leticia Fraguela
viernes, 13 de enero de 2012
CHAMUYO DEL AGUA
Borrones de luz, esbozos, restitos del día,
resisten en la ceguera nueva de la noche.
Estoy sentado a la vera
del chamuyo del agua en el estanque.
Solo el chorro moviéndose canta
monotonías de otra vida.
Lo demás calla.
Hay tanto mudo universo creciendo
que aturde pensarlo.
Savias que trepan latitudes vegetales
Agua y mundos sumergidos, que sorben
las raíces en su misión callada
El ceibo padre del patio hamaca sus racimos
un pedazo de río trasplantado
en silenciosa pausa.
Y tanto color dormido a esta hora de mi viaje:
cálices mudos, corolas cerradas
perfuman sin ruido los bordecitos palpitantes de la noche
En este patio canta la metáfora del agua
mientras
las hebras vegetales de mi alma
callan.
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