domingo, 26 de mayo de 2013
PARA TODOS
La gallina ciega. Antonio Berni (Argentina- 1905-1981)
Suelo volver cansado de palabras
Harto del día prometido y no cumplido
Y entrar al vientre de mi casa en puras
sombras
Con la sonrisa en el último bolsillo.
Mi malhumor se cae sobre la mesa
Y algunas veces hasta se derrama el vino
Y los muros que golpean nuestras bocas
Fortifican el dolor y sus aristas.
Aquellos días, casi todos, los padezco
Y no soy más que un hombre entre zapatos
Escaleras, ruidos y televisores
No soy más ni menos que otros hombres
Que cruzan conmigo su cansancio
Su hastío brutal de tanto aturdimiento.
Es que el mundo se ha puesto a rodar
En bajada, sin detenerse en el camino de la
plaza
O en el borde de la sombra de los tilos
A cantar su mínima canción de los domingos.
Cuando digo el mundo, quiero decir nosotros
Los que sin florecer caemos a la hojarasca de
los días
Rendidos, exhaustos, pronunciando la palabra
“sacrificio”.
“Cuando me jubile tendré tiempo de hacer lo
que me gusta”
“Este verano estaré más cerca de mis hijos”
“El fin de semana habrá un poco de amor entre
las sábanas”
Y siempre juega el día los mismos maleficios.
En un momento sabremos mirarnos
Del revés de las crueldades, de la envidia,
Más acá de los calientes pasos al futuro
Que ya no existe,
con nosotros el futuro no tiene compromiso.
Habrá, me pregunto, que inventar el día
nuevamente
Con silencios, sombras, guiños
Pelar una rama de sauce,
Probar su dulzura, armar un barrilete,.
Resbalar sobre los charcos,
Jugar a la pelota embarrando los zapatos
nuevos
Amarrarnos fieramente a la ternura de los
niños.
Pero también ser hombres y mujeres de oficio
Y carecer de miedo y de vergüenza
Y gritar lo que se debe al que merezca
Y juntarse con los otros en la ronda de los
días,
Y mover entre todos el silencio
Instalarlo en medio de nosotros
Enarbolar ese silencio casi como un grito
Para escuchar y ser oídos
Para construir, como dijeron,
Con paciencia de araña la estructura
Que nos contenga a todos,
Quiero decir a todos,
A todos, a todos, a todos...
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que maravilla...me encanta este poema!!!Candelaria rojas paz
ResponderEliminarAy Raúl, querido amigo... cuántas veces, cuantas desesperadas veces he llegado al final de la noche de algún día con la sensación de que se oprime lo más hermoso que tenemos los hombres y las mujeres de este mundo, y es la capacidad de crear. En noches así, luego de esos días trágicos, hago un esfuerzo atroz aunque incompleto por renovar una mirada distinta, rescatar algún color desteñido de la jornada que se diluye, seleccionar algun fragmento, algun espejo de lo vivido, algunos retazos de palabras desgajadas y prometerme firme aunque mentirosamente que nunca más, pero nunca jamás de los jamases... Gracias por este poema, no dejás de sorprenderme.
ResponderEliminarJesica