jueves, 20 de mayo de 2010
En la boca y en la piel, asoma el ajo su gloriosa identidad.
Un diente que canta entre los dientes
Un macho señor de las cocinas
Un redondo corazón sin dudas
Una valiente voluntad que renace en las sartenes.
El ajo se festeja solo
Rompiendo sus aromas en aceites
Diciéndonos que todo está ganado.
Un gajo de la luna entre otros gajos
Una costilla de la tierra fecundada
Una diminuta porción del universo
Aromándonos el alma y la batalla
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hermoso amigo, gracias por este aroma!
ResponderEliminarclaudia tejeda