domingo, 22 de agosto de 2010
A Pedro Delgrosso (I.M.)
Pedro Delgrosso
en tiempo de boleros y valses
se fotografiaba con ansias el perfil
(digamos “soñador” o “ romántico”).
Después,
a transformar metales
creando nuevos mundos, se fue silbando.
Conoció la muerte unas dos veces,
discutió con ella.
Creyó.
Se persignaba
para seguir inventando el mundo,
pensado,
original, a su medida…
A veces suelta
una idea, un deseo contenido,
una pintura femenina.
Pedro Delgrosso piensa,
se busca el centro y el origen,
se examina.
Su tarea es infinita, interminable,
no es una meta, es un camino.
En ese afán invierte los capitales de su vida.
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otra vez vuelvo a compatir con vos
ResponderEliminarotro recuerdo
otro retazo
en esa "tarea infinita,interminable..."
Afortunadamente, como don Edrán Cortez son de esos "romanticos o soñadores" que pueblan mi pequeña mochila de viaje.Otro abrazo,salúd