
Imagen: Las dos Fridas (autorretrato de Frida Kahlo) 1939
Tengo en el centro del pecho, más o menos en el corazón, una pequeña cárcel. Con sus rejas, sus altos muros almenados, sus guardias, y el delicado murmullo de la soledad, que no cesa de aturdir a los presos. No quieren que yo lo sepa, pero hace tiempo que traman una fuga masiva.