domingo, 7 de agosto de 2011
Abuelas
Pintura: Niños de la concha. Bartolomé Murillo. Barroco español. 1670
De mis abuelas, una se lavaba el cabello con agua de lluvia.
La otra escribía poesías casi secretas.
Aunque se conocían, apenas se trataban.
Las dos me amaron y yo a ellas.
Escribo poemas con el rolar de la sangre.
Algún día
comenzaré a lavarme la esperanza
con el agua de la lluvia.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Escribo poemas con el rolar de la sangre!! q bueno, amigo. mi saludo!
ResponderEliminarHaces poeticamente las dos cosas que observaste de tus abuelas.
ResponderEliminarSaludos, Miguel
Qué belleza, Raúl.
ResponderEliminarMe encantó. Hermoso blog.
Un abrazo.
muy bello!lavaré la esperanza a ver que resulta!
ResponderEliminarcariños
Patrycia